Martedì 27
La primera hora me reúno con un profesor de italiano, cuyo papel en la ayuda al alumnado y prevención del abandono escolar es en enseñar a estudiar a aquellos alumnos que no tienen técnicas adecuadas de estudio. Me comenta que es un trabajo que suele hacer con alumnos de primer o segundo año del liceo superior y les muestra primero cómo subrayar textos, cómo extraer la información después más importante y por último hacer esquemas para estudiar. Dice que durante su experiencia, se da cuenta de que muchas veces el problema viene de la falta de comprensión de conceptos dentro del texto que deben estudiar, por lo que siempre les hace trabajar con un diccionario para que de manera autónoma aprendan también a buscar en él.
Después, tengo una hora junto con uno de los alumnos con mayores dificultades de aprendizaje. Es un alumno que tan solo está dos horas al día en el centro y que está interno en un centro psiquiátrico. Es un caso especial, pues este alumno cuenta siempre con la asistencia tanto de la profesora de apoyo como de un educador social.
Por último, me reúno las dos últimas horas del día con otra profesora de apoyo, y me presenta a distintos alumnos con los que trabaja que tienen distintas dificultades de aprendizaje. Muy amablemente, cada uno de ellos se presenta y me explica cómo les ha servido este programa de apoyo al aprendizaje en sus años de escolarización. Todos comparten que ha sido una experiencia muy positiva y que sin este programa, les habría resultado mucho más difícil continuar los estudios.
Mercoledì 28
Me reúno con el docente encargado del programa “PCTO”, otra herramienta diseñada para fomentar el aprendizaje y el abandono escolar. En este caso se trata de un programa que dura tres años en los cuales los alumnos que se benefician de dicho programa, deben hacer al menos 90 horas de actividades o proyectos de diversa índole, desde clases de teatro, prácticas en empresas, diseño, arte, deporte, música, etc. A la hora de presentarse al examen de certificación (nuestro examen PAU), los alumnos presentan este certificado y hacen una presentación de su vivencia y de cómo les ha influido.
Después, entro en una clase y junto con la profesora de apoyo, asisto a una alumna con una prueba de español. Resulta muy gratificante ver cómo el trabajo de estos docentes obtiene sus frutos, pues la alumna consigue terminar de forma prácticamente autónoma una prueba que ella ha solicitado para subir nota.
Por último, me reúno con la coordinadora de todos los profesores de apoyo en el centro y seguimos hablando de su trabajo así como de casos particulares de alumnos.
Por la noche, me invitan a una cena (con muchas pizzas) de despedida de los alumnos internacionales que han estado estudiando este curso en el centro y que se han alojado en familias anfitrionas, cuyos hijos también están matriculados en el centro. ¡Ha sido una experiencia muy divertida!
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