Blog Erasmus: Dos semanas en Londres (I)



Londres es una ciudad inmensa y llena de vida y es, sin duda, una de las joyas del turismo en Europa. Teniendo en cuenta que nunca había estado en Reino Unido, me pareció un primer destino necesario. Por ello no tuve muchas dudas a la hora de aprovechar allí mi beca Erasmus + para docentes. Se trata de una de esas ciudades en la que siempre hay algo que hacer.

Antes de seguir me presento: mi nombre es Sergio y soy un antiguo profesor del IES Campiña Alta. Este verano aproveché la oportunidad que me ofrecía el centro de  participar en una modalidad de Erasmus dirigida a profesores interesados en realizar un curso de inmersión lingüística en un país angloparlante. Si estás interesado en conocer cómo fue mi experiencia, te informo de que esta es la primera de las tres entradas distintas que publicaré en este blog:

  • En este primer post hablaré de los medios que utilicé para llegar hasta Londres, en qué lugar me alojé y aspectos tan básico como el transporte.
  • En la segunda publicación trataré de forma específica los aspectos relacionados con el curso de inmersión lingüística, los profesores y compañeros de la academia, los objetivos del curso y la metodología empleada.
  • En la tercera y última entrada trataré los aspectos relacionados con el ocio en la capital británica y la inevitable despedida de la ciudad.

Comenzaré por darte un consejo: obtén toda la información que puedas necesitar antes de realizar tu viaje. Siempre surgirán imprevistos, pero es aconsejable conocer los primeros pasos que tienes que dar una vez que aterrices allí. En Internet hay toda una serie de webs y blogs que te darán toda la información que necesites. En mi caso fue de gran utilidad la página trucoslondres.com, pero hay muchísimas más. Además, te aconsejo que no tengas miedo de preguntar cualquier duda, por muy tonta que pueda ser, a personas que ya hayan viajado allí con anterioridad o bien que hayan realizado algún Erasmus en Reino Unido. Piensa que todas las dudas que no hayas resuelto antes de viajar tendrás que resolverlas sobre la marcha en una lengua que no es la tuya.

Respecto al viaje, salí de Barajas el 4 de agosto a las 8 de la mañana y un par de horas después estaba en en aeropuerto de Heathrow. Aunque estaba muy lejos de la residencia que había elegido, tenía tiempo de sobra, ya que la entrada estaba prevista a las dos de la tarde.

Después de un desayuno rápido en un local del aeropuerto sabía cuál era el siguiente paso: obtener una Oyster Card, la forma más sencilla de moverte en metro y en autobús en Londres. La obtienes de forma muy sencilla en cualquier máquina expendedora de cualquier estación de metro y para utilizarla simplemente la recargas con la cantidad que prefieras (en mi caso, en 15 días hice unas tres recargas de diez libras cada una, pero si necesitas utilizar transporte para llegar a diario a tu academia necesitarás bastante más). El transporte es caro, por eso conviene moverse de forma eficaz de un lugar a otro y para evitar viajes innecesarios.

En mi caso, para viajar desde Heathrow hasta mi residencia, cerca de Bethnal Green, tuve que recorrer casi treinta paradas y realizar un transbordo. Pero una vez allí, llegar hasta la zona céntrica de Londres era muchísimo más sencillo: durante mi estancia solo necesité utilizar las líneas Central y Picadilly.

Respecto al lugar donde me iba a alojar, escogí una residencia (Bethnal Student Living) que se encontraba en el mismo edificio en el que estaba la academia (de hecho, contraté el curso de inglés y el alojamiento en la misma web, por lo que seguramente ambas entidades tienen algún tipo de convenio). También te daban la posibilidad de residir en casas compartidas con familias o de contratar solamente el curso de inglés y buscar otras opciones para el alojamiento.

En este sentido, un punto positivo respecto a esta residencia es precisamente la flexibilidad: yo escogí una habitación individual (unas quinientas libras, dos semanas) con derecho a utilizar cocina y baño compartido con otra persona. Pero también existen otras opciones más económicas, pudiendo llegar a compartir habitación con hasta tres personas más y baño y cocina con hasta ocho.

No esperéis grandes lujos ni comodidades: las paredes de las habitación son de pladur (notabas la vibración cada vez que alguien utilizaba el ascensor) mi cama amenazaba con venirse abajo en cualquier momento (aunque al final aguantó), y digamos que el servicio de limpieza no pasaba muy a menudo. Además tienen la peor señal wifi que me he encontrado jamás. Mi consejo es que os olvidéis de estos pequeños detalles y centréis en todo lo bueno que os da la ciudad.

En el próximo post hablaré de los aspectos más interesantes del curso de inmersión lingüística, ya que al fin y al cabo es el eje principal de la movilidad Erasmus.


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