Continuamos con nuestro viaje por Londres:
Esta entrada la
dedicaré a hablar sobre el curso de inmersión lingüística que
escogí durante mi estancia en Londres en agosto de 2019. Trataré de
ser práctico y sincero, con la intención de que quien lea esto
pueda obtener ayuda real a la hora de seleccionar una academia en la
capital británica.
Aunque
en un principio barajé varias opciones, al final opté por la
escuela de inglés Bethnal Student Academy. Si habéis leído la
entrada anterior, sabréis que uno de los motivos centrales por los
que elegí esta academia fue por la
maravillosa opción de alojarme en el mismo edificio en el que se
encuentra la escuela. Y esto no es baladí; de hecho, en Londres la
mayoría de residencias suelen estar muy alejadas de la zona centro,
donde se ubican muchas de las academias de inglés, lo que supone una
inversión de tiempo y de dinero a tener en cuenta.
Una cuestión
importante a tener en cuenta es que la academia se pone en contacto
contigo unos días antes de comenzar el curso para realizar una serie
de pruebas y así poder ubicarte más ágilmente en el nivel adecuado
para ti.
Una
vez que llegas a la escuela el primer día esperas en una sala que se
utiliza para recibir a los nuevos estudiantes y que sirve también
para los descansos entre las diferentes sesiones. Puntualmente
(como no podía ser de otro modo) aparece la directora para
recibirnos con un breve y coloquial discurso de presentación y, al
cabo de unos minutos, nos llaman por orden de lista y nos indican
quién será nuestro profesor y cuál será nuestra aula.
Una
de los primeros aspectos de los que te percatas (y me imagino que no
será la única academia en la que ocurre) es que sientes que eres
el más mayor de los que están por allí. En efecto, te sientes un
poco desubicado cuando tus compañeros empiezan a presentarse y te
das cuenta de que la mayoría son estudiantes universitarios que
rondan la veintena. Aunque también es cierto que, pasados unos días,
te encuentras con algunos docentes más camuflados entre la multitud.
Independientemente de esto, si entras con
una actitud abierta y sin miedos, te integras con total facilidad.
Respecto al curso,
la academia ofrece bastante flexibilidad, habiendo opciones desde 15
horas semanales hasta 25, con la única limitación de permanecer
como mínimo una semana.
Las
clases son muy equilibradas. Todo Se nota
que la escuela ha puesto gran empeño en la selección del
profesorado. Hay una carga importante de
contenidos (gramática, vocabulario, pronunciación…) pero en
ningún momento se hace pesado. Combinan
muy bien los materiales y las metodologías: material fotocopiado,
audios, conversación, trabajo en equipo…
Un aspecto que me llamó la atención fue
que cada día la clase giraba en torno a un tema seccionado
previamente: un día sobre comida típica, otro sobre viajes,
compras, relaciones sociales…
Además,
valoran de forma real tu evolución. Al final de cada semana te
evalúan y, si es necesario, te cambian de nivel (normalmente a uno
superior, pero también puede ser que te bajen uno inferior). Y, por
supuesto, al final te dan un pequeño diploma.
También
debo mencionar algunos aspectos negativos. Uno de ellos es que hay
pocas excursiones o actividades de ocio. En realidad se reduce a una
salida a la semana que llaman social
friday
(gratuita,
eso sí), que
consiste en recorrer durante unas dos horas algunos puntos conocidos
de la ciudad. La primera semana hicimos un recorrido por la zona
céntrica, incluyendo algunos mercados a los que no es fácil llegar
por tu cuenta. La segunda fue una visita al Sky Garden, un jardín
situado
en
la planta 35 de un rascacielos con
unas vistas increíbles.
Y
el segundo aspecto negativo que tengo que destacar es que no es una
academia acostumbrada a recibir estudiantes Erasmus, por lo que
pueden verse un poco abrumados (incluso reticentes) a la hora de
firmar todo el papeleo que necesitamos. Mi consejo es que vayáis
allanando el terreno previamente a vuestra vuelta. Intentad que os
firmen todo unos días antes de terminar.
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