Viaje a Viseu 2019


En este curso académico, gracias al programa Erasmus+ y al IES Campiña Alta, he tenido la oportunidad de participar en un viaje a Viseu con algunos de los estudiantes de nuestro centro.
El viaje duraba desde el 11 hasta el 15 de febrero y, aunque puede parecer un corto periodo de tiempo, las experiencias que se viven son muy intensas y reales.

Este viaje presenta beneficios desde el primer momento, donde estudiantes de distintos cursos y que no han tenido relación entre ellos por la diferencia de edad y grupos empiezan compartiendo un largo trayecto a un país distinto. Al principio, los pequeños grupos que se conocen son los que hablan entre ellos pero, conforme va avanzando el viaje, los grupos se van agrandando y se van incluyendo los unos a los otros. 
Una vez en el lugar de destino, Viseu, se puede ver el reparo o "miedo" en las caras de los estudiantes que van a ser acogidos por distintas familias. Tanto es así que les cuesta hablar con ellos (siendo el idioma una de las barreras) y que el primer día corren al encuentro de sus compañeros españoles. 
Sin embargo, conforme va transcurriendo el tiempo, se les ve ilusionados en interactuar con los chicos y chicas de otras nacionalidades. Les llama la atención sus costumbres, el modo en que se dicen ciertas palabras e ir conociéndose y es en este momento cuando el idioma no importa. Utilizan el inglés como lengua para comunicarse y a veces también introducen palabras de las lenguas maternas.

El último día, como sabemos todos los que hemos estado de campamento alguna vez, todo son regalos, llantos, abrazos y promesas de ir a visitarse en las vacaciones. Es una sensación extraña, triste y preciosa a la vez, porque se puede observar el vínculo que han generado entre ellos en tan poco tiempo.

Desde el punto de vista de un profesor, da gusto ver a los alumnos y alumnas tan ilusionados, con tantas ganas de aprender y relacionarse, sabiendo que son momentos que recordarán siempre y que habrán desarrollado una parte nueva y diferente de la personalidad de los adolescentes.
En general, es una experiencia innigualable e increíble que repetiría siempre que fuera posible (y estoy segura de que los estudiantes también).

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