CONOCER EL SISTEMA EDUCATIVO DE FINLANDIA DE LA MANO DEL PROGRAMA ERASMUS+




CONOCER EL SISTEMA EDUCATIVO DE FINLANDIA DE LA MANO DEL PROGRAMA ERASMUS+




Acabamos de celebrar unas elecciones generales de las que saldrá un gobierno para los próximos años. En la campaña electoral, la educación ha estado presente como materia en la que los diferentes partidos políticos realizan sus propuestas y las incluyen en sus programas. Como prácticamente viene siendo una costumbre de los últimos comicios, las ideas sobre la educación de nuestro país suelen utilizarse como caballo de batalla para establecer diferencia de posturas, posicionarse ideológicamente y para ir aprobando y derogando leyes educativas.

Existe un consenso en la sociedad en que sería bueno para nuestro país lograr un acuerdo en materia de educación que fuese común a todos las ideologías, pues la enseñanza en colegios e institutos atiende a unos fundamentos de carácter psicológico y pedagógico donde, a través de diversos estudios, se tiene bastante conocimiento de aquellas cuestiones que atañen a la didáctica y a los procesos de enseñanza y aprendizaje en las aulas. Pero… ¿hacia dónde debe ir la escuela que queremos?

Gracias al proyecto KA-101, pude tener la oportunidad de viajar a Finlandia y conocer el trabajo realizado en el colegio Ritaharju, donde observé una manera de trabajar, una organización y funcionamiento muy cercano a esa idea de escuela ideal que soñamos con que algún día pueda ser una realidad. A pesar de que ya no estoy trabajando en el IES Campiña Alta, al haber participado en el mismo programa en otro centro durante este curso (IESO La Jara, de Belvís de la Jara) me parece interesante contar mi experiencia a través de este blog. Así pues, voy a explicar aquello que vi.

Lo primero que me llamó la atención fue la estructura física de los edificios, muy alejada del concepto de centros de España donde la configuración de pasillos y aulas parece más propia de un hospital que de un centro de enseñanza. Se trata de una edificación abierta, con espacios modificables donde se pueden separar y juntar aulas, y donde se le da un mayor uso al cristal y persianas en detrimento de la pared sólida y opaca. Las aulas pueden ser visibles o no en función de cómo se entorne la persiana, pueden ser divisibles por mamparas, y en lugar de pasillos estrechos y alargados, hay pequeños espacios amables que también pueden ser utilizados para actividades.

El centro educativo pertenece al concepto de escuela comprensiva que aúna las enseñanzas de educación infantil, primaria y secundaria en el mismo lugar. De manera que los niños comienzan con 2-3 años y finalizan con 16. La biblioteca municipal está integrada en el colegio, de manera que facilita la realización de actividades conjuntas y la conexión de la biblioteca y lectura con las familias y los alumnos. Hay un aula muy parecida a una ludoteca para que las familias puedan dejar a sus hijos al ir y volver del trabajo; cuentan también con comedor escolar.

De la misma manera que sucede con la estructura del edificio, el mobiliario es muy cómodo y variable. Mesas grandes, cuadradas y circulares para que los alumnos puedan trabajar en grupos, sillas acolchadas con ruedas, sillas flexibles que estimulan la destreza motora, suelos enmoquetados donde alumnos y profesores van con zapatillas de estar por casa.

A la hora de impartir las clases, los profesores no parecían tan presionados por llegar a impartir todo el currículum, y aquellas eran más relajadas y los contenidos versaban más sobre trabajo de carácter competencial, donde los alumnos trabajan destrezas y menos contenidos de carácter memorístico. Existen materias como “Economía doméstica”, donde los alumnos aprenden a cocinar, lavar ropa, quitar manchas, poner la mesa, coser, etc.; o “educación para la salud” en la que aprenden hábitos saludables, horas de sueño adecuadas, alimentación, primeros auxilios, prevención de drogodependencias, etc.

Trabajan preferentemente en agrupamientos de diversos tipos, realizando proyectos, talleres, rincones, etc. El espacio, el mobiliario, la organización de centro y la ratio alumno-profesor ayudan a poder aplicar adecuadamente este tipo de metodologías.

Las clases son de grupos reducidos de unos 15 alumnos aproximadamente, y cuentan con 2 profesores en el aula. Hay 12 maestros de pedagogía terapéutica, de los que 3 maestros trabajan con alumnos con necesidades educativas especiales en pequeños grupos de 8 alumnos como máximo, repartidos en 2 grupos en Primaria y 1 en Secundaria. Los otros 9 especialistas están repartidos para apoyar al resto de clases. El trabajo de varios maestros en un aula es diverso, cuando uno explica, el otro controla la atención y el comportamiento de los alumnos; a la hora de trabajar en grupos, se dividen las tareas, o comparten responsabilidades similares. Existen muchas horas complementarias para que los profesores puedan coordinarse y planificar el trabajo que deben realizar.

La orientación educativa cumple la ratio recomendada por la OMS, donde hay un orientador por cada 250 alumnos. Cuentan además con un psicólogo escolar a tiempo completo y otro a tiempo parcial; un educador social, 3 enfermeros y varios auxiliares técnicos educativos.

La formación del profesorado en las universidades sigue un programa expresamente para ser profesor, y se enseña tanto contenidos de carácter pedagógico como una especialidad. Disponen de plazas limitadas y tienen muchas horas de prácticas. No existen oposiciones para acceder a puestos de trabajo. Los directores de centros públicos son quienes eligen a los profesores que consideran más adecuados, basándose para ello en su expediente académico, su currículum y una entrevista de trabajo. Les ofrecen contratos temporales en un principio, y posteriormente pueden ofrecerles contratos indefinidos.

Toda esta situación descrita hace que la experiencia educativa que viven alumnos y profesores sea muy positiva. Los alumnos obtienen buenos resultados en los exámenes finales y además tienen un clima de trabajo muy enriquecedor. La convivencia es prácticamente ideal y se observa un ambiente de estudio adecuado en la que los niños hacen gala de un alto sentido de la responsabilidad, se mueven con mucha libertad entre las instalaciones y en las clases, en lugar de estar sentados en sus pupitres todas las clases.

Tras todo esto, la pregunta es ¿este modelo es aplicable a España? Personalmente creo que sí, aunque es necesario que se den dos condiciones que hoy en día son una utopía: que nuestros dirigentes se pongan de acuerdo en diseñar un plan educativo a largo plazo con un objetivo a 10-20 años vista y que la inversión destinada a educación aumente considerablemente para así disponer de más recursos, aumentar el número de profesores, bajar ratios, diseñar edificios adecuados, dotar de mobiliario y material que permita trabajar con mayor calidad.

Es cierto que en España tenemos otra cultura diferente, que vivimos en un clima más cálido y que alumnos y familias no se encuentran ahora mismo en una situación para que trabajando con el método finlandés se tuviera éxito, pero imaginen lo siguiente:

Se comienza la escolaridad infantil a los 2 años de edad, con una ratio de 6 alumnos por cada maestro. Existe posibilidad para que los maestros puedan trabajar de forma más estrecha con los alumnos y con familias; para que si un alumno no muestra comportamientos adecuados puedan ser modificados adecuadamente; para que si una familia no cumple aspectos básicos como hábitos de higiene, de sueño, alimentación, colaboración con el centro, etc., se la pueda atender de forma temprana contando con la inmediata colaboración de educador social, psicólogo, orientador, servicios sociales, etc.

Imaginen a un alumno y su familia con esos apoyos durante varios años para ayudarles a dirigir una correcta educación de sus hijos y una adecuada colaboración y convivencia con el centro escolar. Esos niños y esas familias llegarán a Primaria muy preparados, y asimismo, posteriormente, a Secundaria. Así se llega a cambiar una sociedad con la educación. Pienso que en España es posible, no es un problema genético, es cultural; y por tanto, posible de modificar. Pero hoy por hoy, sigue siendo una utopía.

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